03 Mar Leer es vivir
“Leer es una manera de expandir nuestro horizonte de experiencias.”
Raymond Mar
Por Ángeles Favela
De un tiempo para acá, aunque más bien debiera decir: “de una edad para acá”, dedicó atención a conocer un poco más sobre los efectos o reacciones que tienen en mí las actividades que realizo de manera frecuente y cotidiana.
Saber del oxígeno que recibe mi organismo mientras camino, y de todos los beneficios que ello representa, me robustece para no flaquear cuando miro de reojo a mis tenis, antes de calzarlos. Es una señal de alerta para no ceder o postergar.
Ser más reflexiva me ha servido para otras cosas, como dejar de comer lo que tanto me gustaba, o cuando muchos años atrás, un día decidí que ese cigarrillo era el último que fumaría en mi vida.
A veces, hago también lo mismo para lo que disfruto en automático, me gusta esa paz que brinda el conocimiento de la causa y efecto de las actividades que realizo, por fortuna no al grado de obsesión, por lo menos hasta ahora. Ya habré contarles cuando llegue a la línea “de un tiempo para allá”.
Leer es una de las cosas que más disfruto y saber que realizarlo tiene efectos físicos y emocionales, me ha llevado a conocer lo que dicen los expertos al respecto. Raymond Mar, psicólogo de la Universidad de York menciona que “una cosa es la parte del cerebro que se activa cuando leemos y otra es conocer cómo interviene la mente en el proceso”
Y es que nuestro proceso de pensamiento nos permite crear imágenes o asociar con las descripciones que nos proporciona un texto. Sin duda, leer es también vivir.
Está comprobado que para el cerebro no hay una clara distancia entre la vida que sucede en una historia y esa historia en la experiencia real. Es decir, podemos sentir miedo, dolor y gozo al mismo tiempo que lo siente el personaje de la historia que estamos leyendo.
“De alguna manera el cerebro simula la acción que lee”, señala Verónique Boulenger, investigadora cognitiva en Lyon, Francia.
Al leer ejercitamos la empatía, que es la emoción o sentimiento de identificarnos con alguien o con algo. Y esas prácticas o experiencias son significativas para las experiencias siguientes y las siguientes y así de manera consecutiva hasta el fin de nuestra existencia.
La vida es la suma de esos millones de experiencias consecutivas, ¿qué opinas?
Por último, un detalle que me ha llamado la atención es saber que hay gente investigando y otros más que ya señalan que leer nos regala a nivel salud los mismos beneficios que meditar.
Leer nos permite entrar a un estado de relajación profunda, y mientras escribo esta línea debo confesar que estoy mirando hacia la fila de libros que aguardan en mi escritorio para ser leídos, por lo pronto, elijo uno ahora mismo.
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