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Zona Literálika · BLOG

Leyendo en círculos

Leyendo en círculos

Por Demetrio M. Velasco

La lectura de obras de ficción es un encuentro de personalidades en que el escritor propone una historia, plantea una idea, lanza una provocación al aire y, del otro lado del texto, un lector interpreta, completa la historia, lee entre líneas, vislumbra el alma del autor, las cosas que puso involuntariamente. Ambos llevan a cuestas cientos de otras personalidades: las de aquellos que los formaron en la casa y en la escuela, las de los autores que han leído, las películas que han visto, la música que han escuchado, las de los amigos y familiares que los rodean y que influyen en ellos todos los días. Por esta razón no hay dos lecturas iguales. Incluso cuando uno relee un libro siempre encuentra cosas nuevas, como si el autor nos hablara con otra intención. No es él quién cambia, sino nosotros.

Leer es un acto irremediablemente solitario. Sin embargo, compartir la experiencia después con un grupo de amigos en un círculo de lectura es muy enriquecedor porque permite descubrir lo que los demás encontraron en aquel mar de letras; lo que llamó su atención; lo que pasaron por alto; la interpretación que dieron al texto, con frecuencia diferente a la propia; la asociación de ideas; las referencias a otras obras. Un libro tiene tantas lecturas posibles como lectores se acerquen a él.

Hacer un comentario sobre lo que acabamos de leer implica un esfuerzo si queremos decir algo más allá de si nos gustó o no el libro. Hay que ordenar las ideas, tal vez regresar al texto y releer aquello que subrayamos porque nos pareció interesante o novedoso, o porque encontramos una frase que nos provocó una emoción. Pensar es trabajoso, pero rinde frutos cuando uno se sorprende hilando un par de ideas propias.

Salvo quien lee profesionalmente o dirigido por un maestro, la mayor parte de las personas seleccionan sus lecturas sin seguir un patrón determinado. Hay quien se guía por las mesas de novedades en las librerías; otros prefieren leer a sus autores de cabecera; algunos se inclinan por recomendaciones de los amigos o bien buscan los textos que ha reseñado su comentarista favorito. Leer en un círculo permite acercarse a obras que, tal vez, de otra forma no llegarían a nuestra mesa.

Quien coordina o dirige el grupo debe ser un lector avezado, que provoque, que rete; siempre tomando en cuenta el nivel, los gustos y preferencias de los miembros; llevándolos por una senda equilibrada que motive, no que desaliente. Debe evitar que la experiencia se vuelva una tarea, una obligación, porque entonces se perderá el placer y la magia.

Hoy iniciamos otro ciclo semestral con Madeleine Gutiérrez en Literálika. Sirvan estas líneas para saludar su dedicación y esfuerzo, su gusto exquisito y los riesgos que toma; y para celebrar ya cinco años compartiendo la intensa experiencia de leer en este círculo.

hola@literalika.com

Demetrio Velasco es catador de la buena literatura.

Le gustan las buenas historias, para leerlas y para escribirlas.