28 Jul Los largos años
Por Antonio Ramos Revillas
He estado leyendo algunas entrevistas a autores y autoras muy noveles de la ciudad (y no me refiero sólo por su edad). En la mayoría de ellos veo dos cosas: la queja porque no nadie los apoya o bien, el rechazo total a los apoyos porque “denigran” su arte.
Desde mi presente, claro, con ene mil apoyos que he tenido en mi vida debería quedarme callado porque puede parecer que me estoy regodeando o quiero dar consejos fáciles, pero también recordé todos esos primeros años donde nadie me apoyaba, ni me leía, ni me consideraban si quiera como aspirante a escritor.
Recuerdo largos años donde incluso, esta ciudad tuvo sus promesas y sus enfants terribles que eran elogiados a diestra y siniestra y por mí ni un quinto daban. Cómo me daba envidia, cómo quería unas miradas hacia lo que medianamente escribía, pero eso nunca sucedía.
Pero yo quería escribir, ser escritor y nadie me podía quitar ese deseo; pero también, procuré no llenarme de intrigas y malas vibras y simplemente seguir trabajando y viendo, claro, los apoyos que había en la ciudad. Y me quedaba claro que si algo me ganaba, era porque tenía qué hiper esforzarme al máximo para medio tener un texto al fin, digno de lo que quería escribir.
Luego, seis años después de mi primer texto, de no ser invitado a ninguna lectura ni encuentro ni nada, algo cambió, encontré un ruta, encontré a alguien que sí confiaba si no en mi talento, al menos en mi terquedad. Y ahí he seguido.
Yo sólo puedo decir que a la larga el trabajo ayuda, sirve, y que no podemos escribir desde sentirnos víctimas del sistema. Y tal vez no van todos a tener lo que quieren, ni yo lo tengo y sé que no debo ni de quejarme, pero seguirán saliéndose con la suya que es seguir escribiendo y un día también recibir ingresos de eso, porque sí los hay, sí existen, no son un mito.
Y a los más jóvenes, pues busquen esos apoyos, y escriban y luchen y no se lo tomen todo personal y algo saldrá. Y claro, puedo hablar así tal vez, por todos mis apoyos, pero estoy seguro de que si no tuviera ni uno, tal vez más frustrado y todo, pero seguiría escribiendo.
Antonio Ramos Revillas
Escritor e incansable promotor cultural.
hola@literalika.com