18 Oct Escribir sanando y sanar escribiendo
Por Lorena Morales
“Escribir es la manera más profunda de leer la vida”.
Francisco Umbral
¿Qué es la escritura expresiva?
La escritura expresiva es una herramienta de crecimiento personal práctica, sencilla y efectiva, que consiste en expresar de forma escrita el contenido de nuestra mente. Es un trabajo personal, donde proyectamos nuestro interior, de forma libre, espontánea y sin atender a la gramática u ortografía, con el fin de convertirnos en espectadores de nuestra vida interna buscando un mayor entendimiento de nuestras relaciones intra e interpersonales.
Básicamente se trata de escribir, preferentemente en papel, haciendo catarsis de nuestras preocupaciones, ideas, emociones, experiencias dolorosas o felices, conflictos, dudas, sueños, etcétera y, a partir de este ejercicio, poder trabajar con el contenido para organizarlo y resolver, encauzar, corregir, elaborar, superar o, simplemente observar, aquello que ocupa nuestra mente.
Cualquiera puede hacer escritura expresiva, incluso si no saben escribir. Recuerdo una anécdota que me conmovió de un taller de la Fundación El mundo escribe, que su misión es promover la escritura como una herramienta de vida. En su iniciativa en apoyo a mujeres con cáncer de mama, una participante no sabía escribir, y la facilitadora lejos de verlo como un obstáculo la invitó a que le dictara mientras ella tomaba nota. Fue grande su alegría al ver en papel historias y textos que ahora podría compartir con sus hijos y nietos. Ella se benefició del trabajo terapéutico, aunque no tenía la habilidad de practicarlo con su propia mano. Lo mismo aplica para quienes, por diferentes motivos, tienen un impedimento para escribir, pues existen ya herramientas de dictado en la computadora o teléfonos inteligentes que ponen por escrito las ideas, para luego leerlas y trabajar con ellas.
El Dr. James Pennebaker, de la Universidad de Texas en Austin, fue quien inició la investigación de los beneficios de la escritura expresiva, dándole mayor promoción a través de sus libros. Él ha demostrado el valor de la escritura para procesar temas que afectan nuestra calidad de vida, ayudando a reevaluar las causas de nuestro dolor o experiencias traumáticas. Incluso ha demostrado, con rigor científico, el impacto de la escritura expresiva en la prevención de enfermedades y mejoramiento de la salud física.
¿Cómo ayuda la escritura expresiva a la salud mental?
La escritura expresiva resulta de gran ayuda –al trabajarse de la mano de la psicoterapia o la guía de un profesional de la salud mental— en situaciones de síndrome de estrés postraumático, ansiedad, depresión, duelo, problemas de salud, relación de pareja o familiares, abuso de sustancias, trastornos de alimentación, etc.
La escritura no sólo ayuda en situaciones traumáticas, es una gran herramienta de autoconocimiento, a través de ella podemos resignificar experiencias; nos permite bajar resistencias y defensas para tomar conciencia de aspectos ocultos hasta el momento; incrementa nuestra capacidad de mentalizar y autorregular emociones; es útil en solución de problemas y toma de decisiones vitales. Todos sus beneficios aportan al bienestar y a la salud emocional.
Escribir nos hace más libres, pues nos permite tomar distancia de nuestras experiencias y, desde otros ángulos, adquirir nuevas perspectivas y encontrar soluciones creativas en el papel, ensayando escenarios, reescribiendo lo sucedido, visualizando con mayor detalle todo aquello que nos ayude a desatorar asuntos pendientes, avanzando con mayor fluidez a un presente más vivo y ligero. En este sentido, la escritura es una vía para reconciliarnos con nosotros mismos y con otros, que lleva a la integración, la conexión y autoaceptación.
En resumen, la escritura expresiva es una herramienta de transformación que nos lleva a hacer un alto, vaciar, observar, profundizar y, finalmente, encontrar el sentido de nuestra vida y tomar responsabilidad, pues una vez que nombramos y reflexionamos en nuestras experiencias, nos adueñamos de ellas y podemos llegar a soluciones y tomar acción.
¿Cómo funciona un taller de escritura expresiva y qué beneficios tiene?
En un taller de escritura expresiva practicamos la escritura como herramienta de expresión personal, creando condiciones para profundizar de manera interior sobre algunos procesos que hemos vivido o estamos viviendo. A través de presentación de diversos temas, ejercicios y tareas, se da un espacio para aprender: escuchar, interiorizar, reflexionar, hablar; avanzar en el propio camino del autoconocimiento mientras se comparte en un ambiente cordial y confidencial, libre de juicios y de respeto a diferentes ideologías y creencias.
Se genera un doble trabajo: hacia dentro con nuestras propias vivencias y hacia fuera al escuchar, empatizar y aprender de los demás participantes, sobre todo cuando nos inspiran a probar nuevas formas de ser y actuar en el mundo. Por otra parte, el leer nuestros escritos nos ayuda a escucharnos, aumentando la conciencia y compromiso.
El trabajo en grupo se vuelve un apoyo y compañía en procesos personales que pueden ser difíciles o dolorosos. También ayuda a compartir la alegría al avanzar hacia una mayor liberación o resolución de algún problema. En un mundo con tantas limitantes de estar cerca, nos invita a hacer comunidad, reduciendo la sensación de soledad o aislamiento.
Algo importante de mencionar es que, aunque se puede tener un efecto terapéutico, en el sentido de los cambios positivos que ocurren en nuestra vida, un taller de escritura expresiva no es una terapia. Si en el proceso surgen temas que requieren un mayor análisis o un manejo más profundo, se sugiere trabajarlo con un psicoterapeuta en un proceso individual.
¿Cómo puedo practicar la escritura expresiva?
La manera más sencilla de empezar es tener un diario donde se escriba por 15 a 20 minutos diarios, en un ambiente tranquilo, todo lo que se tenga en la mente, sin pensar demasiado, sin censura, de manera fluida, ininterrumpida, despertando la propia curiosidad en conocernos.
La regla es que no hay reglas. Es algo así como lo que escribió al principio de su diario Ana Frank “espero poder confiártelo todo como aún no he podido hacer con nadie”. No se trata de escribir “bien”, se trata de ser sinceros con nosotros y encontrar las áreas que podemos trabajar ya sea solos o pidiendo ayuda.
Como seres humanos, damos sentido a nuestro mundo contando historias, con lo cual configuramos nuestra identidad, le damos orden y coherencia. La escritura expresiva es una herramienta psicológica de gran valor y una opción para escribir sanando y sanar escribiendo.
Lorena Morales es Psicóloga Clínica
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